Hoy descubrí que nadie me va a salvar. Y el silencio se hace más profundo pero más verdadero. Los pájaros vuelan más bajo pero los puedo ver más de cerca. Los ojos se me llenan de lágrimas pero se me dibuja una sonrisa. Me agarra un escalofrío por toda la columna pero se relajan mis hombros. Porque hoy me di cuenta que todo depende de mí y solo de mí, y siendo así, hasta acá me traje rodeada de amor, emanando amor. Respiro hasta los huesos más ínfimos de mi cuerpo y dejo que la esencia de mi alma delimite el camino, esquivando la lógica, la razón y los mandatos.
Me entrego a mí misma, confiando, ya que tan mal no lo hice. Hoy la historia me muestra que me quiero, así que respiro y confío.